DESEARÍAMOS QUE LA SENSATEZ NO SE QUEDE AQUÍ

La Coordinadora Ecoloxista d’Asturies reitera, una vez más, su oposición al proyecto que en su día planteó el Estado para construir una línea transcantábrica de ferrocarril AVE. Consideramos que sería necesario mejorar la actual línea ferroviaria de FEVE. Así el nuevo trazado debería de ser una alternativa real al desplazamiento de personas y mercancías que hoy en la costa se realiza mayoritariamente por carretera con el elevado impacto que supone ese trafico de camiones. La diferencia entre el AVE y un trazado de ferrocarril convencional sería un coste abrumadoramente menor y que podría dedicarse a prioridades sociales y ambientales, evitando el gran impacto que supone el AVE para el entorno natural y humano por donde pasa.

La Coordinadora Ecoloxista d’Asturies reitera, una vez más, su oposición al proyecto que en su día planteó el Estado para construir una línea transcantábrica de ferrocarril AVE. Consideramos que sería necesario mejorar la actual línea ferroviaria de FEVE. Así el nuevo trazado debería de ser una alternativa real al desplazamiento de personas y mercancías que hoy en la costa se realiza mayoritariamente por carretera con el elevado impacto que supone ese trafico de camiones. La diferencia entre el AVE y un trazado de ferrocarril convencional sería un coste abrumadoramente menor y que podría dedicarse a prioridades sociales y ambientales, evitando el gran impacto que supone el AVE para el entorno natural y humano por donde pasa.

En estos días la Confederación Asturiana de la Construcción (CAC) se ha acercado a nuestra postura mantenida desde que el Estado anunció su proyecto de AVE. Aunque entre estas dos posturas existen diferencias sustanciales. En primer lugar, que la CAC en su idea de abandonar el AVE no considera, que nosotros sepamos, el gran impacto ambiental y social que supone el proyecto. Sólo ha aludido a causas de diferencias presupuestarias entre diversos proyectos y que la diferencia de costes fuese a atender los propios intereses de la patronal. Y, por otro lado, con el fin de acortar los plazos de ejecución de las obras. Nosotros, sin embargo, consideramos que en un área tan sensible como el litoral se debe de considerar como prioritario el salvaguardar la calidad del entorno y la protección de los espacios naturales, así como la conservación de las explotaciones agroganaderas. Y asegurar la comunicación y el acceso a esta infraestructura de la población y de las diferentes localidades costeras. Y si la diferencia de costes entre los proyectos se dedicase a algún fin determinado, éste debería ser negociado entre los diferentes agentes sociales, ciudadanos y organizaciones cívicas, pues también existen prioridades sociales y ambientales que reclaman una urgente atención. En esta sociedad no sólo existen los intereses de determinadas patronales y menos aún deben de situarse en una situación de primacía frente al resto de la sociedad.

Nos felicitamos porque el Principado de Asturias, a través de su Director General de Transportes, considere inconveniente el proyecto del AVE transcantábrico, por “el gran impacto” que supondría su construcción. Una posición que nos resulta novedosa para los responsables de la administración que son los responsables de todo un rosario de infraestructuras imnesarias y de gran impacto. Esperemos que este arrebato de sensatez no se quede aquí y que cunda a partir de ahora en la política de infraestructuras de transporte del Principado. Invitamos a que el Principado de Asturias, en coherencia con la posición ahora adoptada, se cuestione un proyecto de obra civil con mayor impacto ambiental aún que este proyecto ferroviario de alta velocidad: la construcción de una autovía entre La Espina y Ponferrada.

Esperemos que la sensatez cunda y que el Principado de Asturias y la sociedad en su conjunto consideren la necesidad de plantear unas bases de desarrollo racional del territorio, donde exista un límite a la construcción de infraestructuras de alta capacidad (autovías y AVE), causantes de impactos ambientales graves e irreversibles, con beneficios cuestionables sobre todo si consideramos su elevado coste. Un coste que se retrae de prioridades sociales y ambientales que, irremediablemente, quedan desatendidas.